El aborto en el mundo: qué dice y cómo afecta la legislación en los distintos países
A horas de que la Cámara de Diputados de la Nación Argentina vote si el aborto debe ser legal o no, vale hacer un repaso por los países que despenalizaron esta práctica para saber como influyó en los índices de muertes maternas y en la cantidad de interrupciones voluntarias del embarazo realizadas.
En 1981 se legalizó el aborto en Holanda, habilitando hospitales y clínicas especializadas para realizarlo hasta las 24 semanas de gestación, por voluntad de la madre. El servicio es gratuito hasta para extranjeras, y los gastos son costeados por el Estado. La tasa indica que 10 de cada mil mujeres decide realizarlo.
Por otro lado, España legisló a favor de la interrupción voluntaria del embarazo en el año 2010. Durante el 2016 el aborto se redujo por quinto año consecutivo, “consolidando una tendencia a la baja que se inició en 2012 y que ha llevado a que el año pasado se alcanzara la cifra más baja de los últimos diez”, publicó el sitio ABC sobre finales de 2017: 93.131 abortos, un 1,12% menos que en 2015.
Uruguay legalizó la interrupción voluntaria del embarazo en 2012 y se redujeron las muertes maternas en casi un 30% hasta el año 2015. Según un informe del Journal of Gynecology and Obtetrics, en el país vecino disminuyó este índice en 59,5% en los últimos 25 años, con un promedio anual de descenso de 3,7%.
Del otro lado del charco, el aborto es legal durante las primeras 12 semanas de gestación y se extiende a 14 si la mujer fue víctima de una violación, mientras que no existe plazo cuando hay riesgo para la salud de la madre, o el feto es inviable.
Para acceder a este derecho, las mujeres deben consultar previamente a una ginecóloga, una psicóloga y una asistente social. Por cierto, la ley uruguaya reconoce el derecho a la objeción de conciencia para médicas o médicos que no quieran realizar abortos.
Como Uruguay, muchos de los países que permitieron la interrupción voluntaria del embarazo incorporaron en sus legislaciones la educación sexual y reproductiva, la universalización del acceso a la anticoncepción y el modelo de reducción de riesgos y daños.
Pero también, la política sanitaria de planificación familiar y de anticoncepción, sumado a las creencias religiosas de cada población, son determinantes en el número de abortos realizados. Por ejemplo, en China, la ley que permite practicarse un aborto legal fue aprobada en 1975, pero en paralelo existe una ley de planificación familiar que hasta 2015 permitía tener solo un hijo o hija, desde entonces se permite tener hasta dos.