Pachano, a corazón abierto: “La enfermedad terminó siendo mi fortaleza”
“Bienaventurados los que están en el fondo del pozo, porque de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando”.
La estrofa que tanto supo popularizar Joan Manuel Serrat encierra toda verdad cuando la vida nos enfrenta situaciones límites. Y algo de ello puede dar cuenta Aníbal Pachano.
El artista atravesó un duro 2017, en el que reconoce haber estado absorbido por la depresión. Y en los inicios de 2018, empezaron a encenderse alarmas: “Comencé a tener ciertos problemas de motricidad: mandaba un WhatsApp y escribía como en ruso. ¡Me metía en la cama con zapatos! Me chocaba con los muebles… Me empecé a asustar, pero no decía nada”. Pronto, llegó el diagnóstico más duro: “Me escanearon todo en el Fleni y apareció la verdad. Tenía cáncer de pulmón con metástasis en el cerebro. Y aclaré que no me iban a abrir como un pollo para operarme el pulmón, ni en pedo”.
Sin embargo allí, en ese posible “fondo del pozo”, Aníbal pudo vislumbrar la luz y que, de allí en adelante solo tenía que proponerse ir mejorando… En una profunda nota con revista Gente, el artista sorprendió confesando como la enfermedad acabó siendo su mayor fortaleza. “Yo estaba deprimido. No tenía laburo y empecé a sentir las presiones económicas. Antes de conocer la enfermedad, no salía de mi casa. Cuando me dijeron lo que tenía, la depresión desapareció. Me enfoqué en salir adelante”, expresó a la publicación. Además, desde el jueves 3 de mayo se sumó a Casa Valentina, bajo las órdenes de Jose María Muscari y, según afirma, vive un momento de extrema plenitud creativa.
“Entendí que todo lo malo no era culpa de nadie. El doctor me dijo que todo lo que em rodea debe ser bueno y armonioso”, reflexionó con admirable fe. (Ciudad Magazine)