Una nutricionista, una coach y un grupo de WhatsApp: el secreto de Fernanda Iglesias para bajar 10 kilos
“Bajé diez kilos. Sí, estoy gritando”, escribió Fernanda Iglesias en su cuenta de Twitter junto con una foto en la que luce su renovada figura. En diálogo con Teleshow, la periodista contó su secreto para bajar de peso en solo tres meses: una nutricionista, una coach y un grupo de WhatsApp, parte de las claves.
El 22 de diciembre de 2017 Iglesias tomó una determinación: adelgazar diez kilos. “Ese número lo puse yo porque estaba pesando 66, y como mido 1,58, me parecía que 56 estaba bien. Siempre pesé 58 y viví con esa sensación de que tenía un par de kilitos de más”. Fernanda también fijo un plazo para alcanzar ese número: un año. Sin embargo su constancia la sorprendió, y en poco más de tres meses lo logró.
“Al principio me costó porque estaba muy desorganizada, comiendo fuera de horario, y para hacer un plan que funcione es necesario acomodarse”, contó la periodista, que reconoce que lo fundamental fue “estar decidida”. “Eso es importante, tenés que visualizar el momento porque, por ejemplo, hay épocas en las que no podés porque estás con otras cosas y hay que ser sincero con uno mismo”.
Un chat, la clave
Como lo hizo en otras oportunidades, la futura panelista de Hay que verpodría haber ido a un profesional que la pesara, le diera una dieta para hacer y la citara dos semanas más tarde. Sin embargo, ella sintió que necesitaba acompañamiento: “Quería contención. Lo puse en Facebook y apareció una chica que me dijo que había armado un grupo de WhastApp controlado por una nutricionista que funcionaba”.
Así fue como Fernanda se sumó al chat, organizado por una coach, en el que las diez integrantes se comprometen, se ayudan entre sí y se motivan. Previamente una nutricionista fue hasta su casa, le hizo preguntas sobre su rutina y sus metas, y le armó un plan específico para ella, en el que no sólo le explicó qué comer sino también cómo armar sus porciones.
“La especialista es la que arma el plan, y lo que hacemos en el grupo es ir mandando fotos. Además, nos pesamos todos los días”. Lejos de obsesionarse con el número, Iglesias explica que pasar a diario por la balanza le sirve como un límite, y un parámetro para reflexionar: “Yo subí diez kilos porque no me pesaba nunca y usaba calzas, me iba haciendo la boluda, hasta que me empezó a molestar”.
Fernanda no pretende ser ejemplo de nada, sino contar su experiencia. Es por eso que en reiteradas oportunidades aclaró: “Esto me funcionó a mí”. Además, contó que en este tiempo fue aprendiendo cómo comer, advirtiendo que no se trata de algo mágico, ni sucede de un día para el otro.
La dieta
Su plan consiste en comer frutas, verduras, proteínas y cereales. No hay colaciones, pero por ejemplo la nutricionista les sugiere comer el postre (generalmente una fruta) una hora después de almorzar, con lo cual se transforma en un “comodín”.
Durante la mañana -se levanta muy temprano para mandar a sus hijos al colegio- toma mate, hace actividades o come la fruta del postre del almuerzo para no llegar con hambre al mediodía. Sin embargo, Fernanda admite que mucho tiene que ver con la cabeza: “Son cambios de hábito, y me siento genial”.
Al principio del plan podía pasarle que sintiera un ataque de hambre o ganas de comer, e intentaba calmarlo con una fruta, pero eso ya no le ocurre. Además, teniendo hijos, en su casa hay todo tipo de alimentos: “Me mentalicé que si me encontraba con una galletita de chocolate con dulce de leche no tenía que hacer nada porque era volver para atrás, y sabía que después me sentiría mal. Hay comidas que están ahí, y que las paso de lado”.
Uno de los factores que la hizo subir de peso no fue el famoso “picoteo”, sino ingerir porciones grandes o repetir los platos. Es por eso que una de las primeras cosas que hizo a partir del 22 de diciembre fue reducir sus raciones; así, a la par, se fue acostumbrando a comer menos cantidad, y su apetito se fue saciando más rápidamente.
Si está en alguna reunión con familiares o amigos no lleva su vianda, pero intenta controlarse y no comer en exceso. “Antes estaba al lado de la mesa y no me movía”, confesó.
Bien por dentro y por fuera
Ahora que ya llegó a su meta, viene la fase de mantenerse. La nutricionista le sumará a la dieta algunos alimentos como el arroz, y le agrandará las porciones. Su margen de peso rondará entre 56 y 58 kilos.
“Me sirvió para estar más productiva, más contenta, más activa. Hay un cambio interior porque te sube la autoestima. Ayer me fui a probar ropa y saltaba de alegría porque todavía no me había comprado nada de mi nuevo talle”, dijo, contenta. Sobre su dieta, resaltó que lo “más novedoso” fue el grupo de chat que brinda mucha contención. Incluso Fernanda sumó a su mamá al plan, que en poco menos de tres meses bajó ocho kilos.
Desde el 2 de mayo Fernanda será una de las panelistas del nuevo ciclo de José María Listorti y Denise Dumas, Hay que ver, por Canal Nueve: “No bajé de peso para volver a la tele, pero cuando se dio esto, dije ‘¡Mirá, justo!'”.
Feliz de haber encontrado el método que le funcionó y que le hizo bien, por dentro y por fuera, a la periodista le dolieron las críticas que recibió en las redes sociales, ya que todo lo que está haciendo es saludable, y avalado por una nutricionista.
Con diez kilos menos, a Fernanda aún le queda una cuenta pendiente: hacer ejercicio. “Tendría que salir a caminar, pero no me gusta, lo hago si tengo que ir a un lugar”. ¿Será su nueva meta para lo que queda del año?
Fuente: Teleshow