Ya sano tras dos años de tratamiento por sus problemas psiquiátricos, Matías Alé de a poco va recuperando su vida normal, ya sea volviendo a vivir solo en un departamento en Nordelta, o de regreso a los medios. En ese tránsito, el actor se llevó una grata sorpresa en su visita a Vino para vos, ciclo del canal KZO.
En medio de la entrevista con Tomás Dente, Matías se conmovió al ver el video que le grabó Alejandro “Huevo” Müller, uno de sus más íntimos amigos. “Vos sabés que tengo tres hermanos de sangre, y te tengo a vos que sos mi hermano elegido”, se sinceró Huevo, y provocó la inmediata emoción hasta las lágrimas de Alé.
En ese tono fraternal, Huevo concluyó: “Las hemos pasado todas, chiquito. Buenas, malas. Muy buenas, muy malas. Pero acá estamos, siempre juntos. Quiero decirte que este momento que estás viviendo te dije que iba a pasar, tenía mucha fe, así que disfrutalo, pasalo bien. Seguí con esa fe, con esa fuerza que le ponés. Te quiero mucho, sabés que nuestra amistad trasciende todo, como siempre decís. Te quiero, te amo, hermano”.
Entonces, Matías Alé agradeció el mimo y confesó la historia de su amistad a comienzos de 2011: “El no me quería a mí, me tenía catalogado como un tarado. Trabajamos juntos en el mismo teatro, cuando él estaba haciendo Valientes en el teatro América de Mar del Plata y yo estaba en el Atlas haciendo revista con Carmen Barbieri. Él era Huevo, estaba con los Valientes, con Luciano Castro y todos los chicos, y yo era cholulo de él, lo quería, pero por ver sus laburos. Y yo, después del teatro, me iba a Sobremonte y administraba el VIP, y les daba de tomar a los amigos famosos. Cuando le llevé algo, me miró con cara fea y pensé que estaba cansado”.
“Después, nos tocó trabajar juntos en Carlos Paz con Flor de la V, y en el primer ensayo, lo abrazo cálido y él me puso un freno. Me dijo que no era mi amigo, que iba a laburar, que me conocía, que me iba a dar los pies y que arriba del escenario iba a parecer que nos llevábamos bárbaro, pero que no iba a entrar (en su circulo de amistades). Pasaron las semanas, estábamos a mediados de enero y un día me dice que me tenía que pedir perdón. Pensé que me había hecho algo. Pero me dijo que me estaba buscando la grieta y no me la encontraba, que yo era así. Me pidió perdón por el prejuicio, pero que era evidente que siempre era así, que no podía estar haciendo un personaje todo el día. A partir de ahí, empezó una relación lindísima”, continuó.
Al final, Matías contó el motivo de su distanciamiento hace dos años: “Nos habíamos peleado cuando yo estaba en mi peor momento de la locura. Nos distanciamos un poquito por un moco que yo me mandé. Después, él supo entender que yo estaba enfermo y que no había sido intencional. Hoy es esa relación que ven”. (Ciudad Magazine)