lunes, noviembre 25, 2024
Policiales

Condenaron a un suboficial de la Prefectura Naval a prisión perpetua por el femicidio de su sobrina

 

El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°24 condenó a Néstor Fabián Quintana, a la pena de prisión perpetua por haber asesinado a la sobrina de su esposa –con quien mantenía una relación sentimental-, en julio de 2016, en el barrio porteño de Villa Lugano.

Quintana, de 31 años de edad y oficial de la Prefectura Naval Argentina, fue encontrado culpable por los delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio”, tal como había requerido el fiscal Yapur durante su alegato.

El fiscal  tuvo por probado que el 29 de julio de 2016, Quintana se encontró cerca de su casa con su sobrina política –de entonces 18 años- luego de haberle insistido para verse los días anteriores. Con algún pretexto, se dirigieron hacia la habitación que alquilaba el acusado a unas cuadras, sobre la calle Zelarrayan al 5300. Ello quedó demostrado gracias a las cámaras de seguridad de la zona.

Una vez que estuvieron dentro de la habitación, probablemente ese mismo día -de acuerdo al informe de la autopsia practicada sobre la víctima- Quintana mató a la joven, para lo cual utilizó una de sus manos para sujetarla del cuello y asfixiarla hasta que murió.

Además, en el debate se escuchó a la hermana de la adolescente, quién había salido de la casa familiar con ella esa tarde en dirección a un “ciber” que estaba a algunas cuadras de allí. La testigo sostuvo que se separaron antes de llegar al lugar: la víctima le dijo que iría después y que, más tarde, se dirigiría a lo de su novio, un joven de 19 años con el que salía hacía unos meses.

Como la joven nunca llegó ni al “ciber” ni a la casa de su novio, la madre realizó la denuncia en la Comisaría N°48 de la Policía Federal Argentina. Tres días después, el 1º de agosto, Quintana se presentó en la dependencia y dijo que había tenido una discusión con la chica y que la había matado. También, señaló el lugar donde se encontraba el cuerpo.

El fiscal Yapur recordó, entonces, los testimonios de la hermana y las amigas de la víctima, quienes contaron el contexto de crisis y la situación violenta que afrontaba la adolescente. Cabe resaltar que la relación entre víctima y victimario habría comenzado cuando ella tenía 13 años y Quintana, 25 y que se prolongó en el tiempo, incluso cuando el hombre se casó con la tía.

Las amigas de la joven relataron las discusiones que habían existido en el último tiempo, las escenas de celos que le hacía el acusado, e incluso recordaron los audios que les hizo escuchar la víctima en los cuales Quintana la agredía, además de ver en una ocasión que la “zamarreaba”. También, dijeron que el hombre sabía que la chica estaba de novia y que también le reprochaba eso.

Para la fiscalía, quedó probado que Quintana mató a la víctima en el contexto de una discusión y de ese maltrato. Luego de hacerlo, la envolvió en sábanas y la puso en bolsas de residuos. En el peritaje que realizó el Cuerpo Médico Forense se encontró un perfil genético debajo de las uñas de la joven que pertenecía al acusado.

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