Mirtha Legrand habló de todo y se quebró al recordar a su hijo
Mirtha Legrand está transitando un año histórico en su carrera, ya que el 3 de junio se cumplirán 50 años de sus almuerzos televisados.
Para hacer un recorrido por su envidiable trayectoria e intentar revelar las claves que hicieron de “La Chiqui” una leyenda de la TV argentina, Mariana Fabbiani la invitó a su programa “El diario de Mariana”, adonde la diva habló de todo.
En una cálida entrevista que duró una hora y media, Mirtha dijo que “Mauricio Macri (el presidente de la Argentina) es budista, es espiritual”; “que la gente está indignada con la liberación de Cristóbal López, que devuelva la plata” y contó sus anécdotas de Villa Cañas, además de volver a pronunciarse en contra del aborto, de señalar que no entiende eso del empoderamiento femenino y que está del lado de la actriz Calu Rivero en su denuncia por acoso contra el galán de telenovela, Juan Darthés.
Sin embargo, uno de los momentos más íntimos y emotivos fue cuando Mariana Fabbiani la llevó a repasar su costado más íntimo. En ese tramo de la charla apareció, como era de esperarse el nombre de su hijo Daniel, fallecido en 1999, a los 51 años.
“Yo soy muy llorona. Lloro mucho. Por ejemplo, ahora en Villa Cañás lloré”, aseguró la diva, recordando su reciente visita a su pueblo natal junto a sus hermanos. E inmediatamente aportó su cuota de humor: “En cualquier lado lloro. Hasta frente a cámara lloro. Da rating, así que haceme llorar”, soltó.
Y siguiendo esa línea, Fabbiani le repreguntó: “¿Qué es lo que más te hace llorar?”. Y Mirtha le respondió sin titubeos: “Los recuerdos. Estoy en mi cuarto y pienso ‘por esa puerta no va a entrar Daniel (Tinayre), no va a entrar Dani, mi hijo. Perder un hijo es una cosa terrible. Es algo de lo que uno no se repone jamás”.
“La sonrisa de Dani es algo que no voy a olvidar jamás. Yo a veces voy con el auto y veo a alguien que se parece a Dani y lo sigo con la mirada. Era la persona más buena que he conocido en mi vida”, confesó Mirtha, con la necesidad de recordar.
Luego, detalló los últimos días de vida de Daniel. “El me pidió ‘mamá, yo quiero ir a casa’. Y yo accedí. Yo le leía libros y diarios cuando estaba en la cama. Yo le leía y él me miraba…”, dijo, y las lágrimas no la dejaron continuar.
Apenas se repuso continuó: “Recuerdo el momento que murió… Tengo un ventanal grande en el dormitorio, porque él quería ver el sol, la calle, los árboles. Se dio vuelta y se murió. Se murió viendo los árboles, la calle, amaba la naturaleza. Pero salgamos de este tema”, pidió conmovida.
Al dejar de lado su perfil artístico para mirar en retrospectiva su vida personal, Mirtha se volvió a reprochar el poco tiempo que cree que le dio a sus hijos.
“Yo si volviera a vivir, no trabajaría tanto. Porque la vida está hecha de presencias, no de ausencias. Cuando mis hijos eran chiquitos no hacía televisión, pero las filmaciones eran terribles. Arrancaba a las 7 de la mañana y terminaba a las 9 de la noche. Volvía a casa y los bañaba, pero de día no los veía (a sus hijos). Y los chicos quieren estar con los padres. Mi madre era maestra, en Rosario, en El Saladillo, en una escuela muy humilde y tardaba en regresar a casa, y yo me desesperaba. Es verdad, el chico llega del colegio y quiere estar con mamá. Aunque ahora todo ha cambiado”, señaló “La Chiqui”.
Al verla tan movilizada, Mariana le preguntó de dónde saca fuerzas para seguir adelante. Mirtha admitió que siente que tiene una fuerza interior muy grande, aunque también valoró la importancia de su profesión.
“A mí me gusta el éxito. Yo trabajo para el éxito. No piso cabezas, no hago daño a nadie, no tengo envidia… pero busco el éxito. Yo misma me sorprendo de mi fortaleza. Yo vivo pendiente de mi carrera”, remarcó. (El Liberal y Mitre)
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