Preso por atropellar y matar a una chica le pagaba a comisario para “salir un ratito”
Federico Sasso estaba alcoholizado y atropelló con su auto a un grupo de chicos en Mar del Plata. Lucia Bernaola, de 14 años, murió por las heridas.
No compartía el menú con los demás detenidos y mataba el tiempo jugando a la Play Station en el departamento del primer piso que le prestaba el comisario, y cuando quería, salía a dar una vuelta.
Pero los privilegios que gozaba Federico Sasso en su laxa detención en la comisaría de Balcarce finalizaron ayer, cuando el Ministerio de Seguridad desafectó a 7 policías, incluidos dos comisarios, quienes, entre otras irregularidades que les atribuyen, “dejaban salir a los presos por unas horas a cambio de dinero”.
Sasso tiene 19 años y está detenido en Balcarce desde junio pasado, luego de protagonizar un episodio que conmocionó a los marplatenses: despistó cuando alcoholizado iba a gran velocidad al volante de su Renault Clio y embistió a un grupo de jóvenes que caminaba por la costanera, en Playa Chica.
La mamá de la chica, Verónica Borelli, en noviembre denunció y declaró en Asuntos Internos que al muchacho lo dejaban salir. “Se fue a comprar zapatillas y una cocina eléctrica. Sale cinco horas y lo devuelven”, y puso en marcha una investigación.
Al parecer, Sasso no era el único detenido que podía salir de su celda en Balcarce. Luego de la investigación la Auditoria General de Asuntos Internos se determinó que los agentes les cobraban a los presos a cambio de unas horas de libertad.
Además, tras un allanamiento, encontraron en las celdas “cuchillos y otros elementos de corte”, y precisaron fuentes de la cartera se seguridad bonaerense que “había dos presos que no estaban anotados en los libros de guardia”.
Borelli, en su denuncia, confió otros detalles a los investigadores, datos que le había aportado la esposa de un detenido en Balcarce indignado por los beneficios que gozaba el muchacho.
Uno indicaba que Sasso se pasaba las horas en el departamento de la planta alta de la comisaría de avenida Favaloro entre calles 18 y 20, donde vivía el comisario Juan Matías Ortelli, jefe que había sido designado por el intendente Esteban Reino.
“Cobraba el comisario, pero otros policías de calle estaban implicados”, contó a este diario el abogado Maximiliano Orzini, que patrocina a la familia Bernaola, que llevó a la Justicia una denuncia penal.
“Pero a pesar de la denuncia que tramita en la Fiscalía 8, la Cámara de Apelaciones le concedió a Sasso la prisión domiciliaria”, que fue apelada y por eso el joven imputado por homicidio simple está alojado en la estación comunal de la localidad serrana.