Cuáles son los desafíos económicos que desvelan a Macri
“El populismo infectó todo, pero lo vamos a revertir“. La frase se le escuchó al Presidente en una reunión que tuvo con su mesa chica. Cansado de la melancolía del tango y con un tono particularmente optimista, hizo un paralelo entre la visión externa y la local. “Afuera nos ven como una apuesta segura y acá se critica hasta el aeropuerto de El Palomar. Es una minoría intensa, pero minoría al fin que siempre está buscando ver lo negativo. Los argentinos saben que el avión estaba a punto de chocar y ahora levanta vuelo”, aseguró a sus allegados en su oficina en la quinta de Olivos.
Hay un debate que lo tiene cansado y que asegura que ya debería haberse cerrado. “El modelo de estar aislados del mundo nos dejó al borde del abismo y ya no habrá marcha atrás. Pero para ello es necesario terminar con cierta dosis de corrección política”, les dijo a sus allegados.
Un caso concreto es el de la ropa. “Nadie quiere abrir las importaciones, pero en 2017 se compró el doble en Chile de lo que llegó por la vía formal”, describió. El ensamblaje de celulares en Tierra del Fuego es otro de los ejemplos que se escuchan en el Gobierno de manera recurrente. Los funcionarios creen que multiplicar el turismo en la zona será mucho más rentable que apostar a la idea K.
También está el caso de los cuestionamientos por los niveles de deuda. “Quienes critican la emisión de deuda son los primeros en reclamar ante cualquier recorte que se hace en el Estado. La caja es una sola, pero es imprescindible entender que hay cuestiones que debemos cambiar si queremos escapar de la economía pendular”, se le escuchó decir. “El endeudamiento tendrá límite, pero también el gasto, y eso hay que saberlo”, subrayó en su encuentro en Olivos.
El dólar está en su agenda, pero no de la manera que la mayoría piensa. “El peso se va a apreciar. Si no fuera por el turismo emisivo y por las importaciones de maquinaria, hoy el dólar estaría mucho más bajo”, graficó a sus allegados. De esto toman nota en el Banco Central, donde las metas de inflación ya tienen un norte más cercano al de los analistas y el ingreso y la salida de divisas se monitorean a diario.
El aumento de tarifas también está bajo su lupa. “La luz, el gas y el agua estaban muy lejos de lo que cuestan en el mundo. Hoy estamos más cerca de Chile, Uruguay y Brasil, pero sé del esfuerzo que eso genera. Lamentablemente, era imprescindible”, le comentó a uno de los dirigentes de mejor llegada.
De la ciencia también tiene su diagnóstico. “Hay científicos que investigan para conocimiento de la sociedad y otros que lo hacen para satisfacer su curiosidad a costa del contribuyente”. La frase se la escuchó a uno de sus ministros. Es justamente ese funcionario el que aseguró que la prioridad del Estado girará en torno a conseguir nuevas patentes y lograr avances en materia de salud que sirvan a la población. En la actividad privada su principal objetivo será que “todos cambien el chip”. Así se refiere a las mesas de productividad que se potenciarán en los próximos meses y en las que la de madera fue un caso testigo al que se sentaron todas las partes.
Pero hay un gremio que siempre escapa a la mesa: camioneros. “Hay que entender que la logística argentina no puede ser la más cara de toda América del Sur porque se pierden puestos de trabajo y empresas. Eso tiene que cambiar”, dijo. De la situación judicial de Hugo Moyano suele subrayar que la Justicia y la Unidad de Investigación Financiera (UIF) son entes independientes y que muchas veces se intenta confundir con lo que ocurría en la década anterior.
La situación de vivir aislados “demostró que nos fue para el demonio” y por eso la reforma laboral aparece como otra de las prioridades para ser competitivos en el mundo.
En el Gobierno sostienen que es el kirchnerismo el que intenta asociarla con la flexibilización y que el objetivo es competir con los grandes mercados del mundo en la nueva generación de puestos. “No se puede pelear con condiciones que retroceden 30 o 40 años”.