Silvina Luna: “Quiero tener un hijo con El Polaco… pero no estoy apurada”
El 31 de diciembre, cuando el reloj marcó las doce, Silvina Luna levantó su copa y brindó con Ezequiel “El Polaco” Cwirkaluk. Con el cielo estrellado y las sierras cordobesas de fondo, la flamante parejita le dio la bienvenida al 2018 y coronó el primer año de noviazgo. “Nos conocimos el verano pasado en Carlos Paz, haciendo Abracadabra; al toque empezamos a salir. Fue todo muy rápido, en medio de mucha exposición… Hicimos lo que pudimos”, dice la actriz en referencia a las idas y vueltas que tuvo con el cantante durante 2017. Y agrega: “Por suerte, prevaleció el amor. Ahora estamos más afianzados y consolidados que nunca”.
–¿Pensás que haber participado de ShowMatch en simultáneo les jugó en contra?
–No sé. Lo importante es que lo superamos.
–¿Trabajar juntos no desgasta un poco la relación?
–Estamos acostumbrados. Con El Pola nos conocimos en Abracadabra, después seguimos en contacto en el Bailando y ahora nos propusieron compartir elenco en Explosivos. Como pareja no nos resta: lo disfrutamos, porque somos muy compañeros.
–Alguna vez dijiste: “En el teatro no me hago amiga de todos”. ¿Cómo es tu relación con tus compañeros de Explosivos?
–Excelente. Trabajo con mi novio y también con Flor de la V y Gladys Florimonte, que son mis amigas. Con ellas hicimos varias temporadas juntas y, además, La Pelu en Telefe, así que tenemos mucha química y confianza. A Tyago y a La Bomba los conocí el año pasado en ShowMatch y siempre me parecieron súper laburadores. Realmente, es un placer trabajar con este grupo. Son todos talentosos.
–¿Gladys, La Bomba, está más relajada o se pelea con todos?
–(Risas) La conocí ahora un poco más. ¡Nada que ver con lo que se vio en el Bailando! Es re copada y está súper tranquila.
–¿Cuál es tu rol en la obra?
–Bailo en un musical y hago dos sketches. En uno soy una profesora de zumba de un gimnasio, al que llegan Flor y Gladys. El otro es una especie de talk show conducido por Flor, al que vamos con El Pola para hablar de nuestro noviazgo y de las idas y vueltas que tuvimos. Ella improvisa un montón. A veces nos comenta algo que sabe de nuestra intimidad y nos prende fuego. Es muy gracioso.
–Hace un tiempo contaste que querías tener un hijo con Ezequiel. ¿Te obsesiona quedar embarazada?
–Para nada. De hecho, ahora estamos con las pilas un poco más puestas en el trabajo y en disfrutar de la temporada, así que lo postergamos un poco. Sería uno de nuestros proyectos para 2018, pero no tenemos apuro.
–¿Te imaginás siendo mamá?
–Sí, porque es algo que deseo mucho. Daré lo mejor de mí para ser una buena madre. El Pola, lo veo a diario, es un padre súper presente y ama a sus hijas más que a nada. Me encanta verlo en ese rol.
–¿Cómo te llevás con ellas?
–Con Alma (4) y Sol (10) tenemos una buena relación. Vinieron a pasar Navidad y van a volver más adelante. Soy la novia de su papá. Desde ese lugar trato de hacer lo mejor.
–Llegaste a Villa Carlos Paz, publicaste una foto a cara lavada en tus redes y te levantaron en varios portales. ¿Te gusta mostrarte simple?
–Obvio. Está bueno que te vean al natural. Sirve para descontracturar un poco y que la gente no crea que estoy espléndida las veinticuatro horas del día. En general, soy bastante relajada. En casa disfruto de estar en pijama.
–¿Cómo es la convivencia con El Polaco? ¿Te lleva el desayuno a la cama?
–A veces me lo trae él, otras se lo llevo yo… Nos vamos turnando (risas). Estamos aprendiendo a convivir. Nos levantamos tipo once, tomamos mate y nos metemos a la pileta. Por el momento viene fluyendo bien. Somos compañeros, pero respetamos nuestros espacios. Mientras él se va a jugar a la pelota, yo hago mis cosas. Ahora, por ejemplo, estoy tratando de encontrar un personal trainer, porque entrenar sola me da un poco de fiaca.
–¿Qué planes tenés para 2018?
–El 2017 fue muy positivo e intenso a nivel laboral. Este año, si bien tengo varios proyectos, me gustaría parar un poco y dedicarme más a lo personal. En marzo tomaré cartas en el asunto. Ahora sólo quiero disfrutar de la temporada.
Fuente: Revista Gente