lunes, noviembre 25, 2024
Espectáculos

Charlie Watts y Van Morrison: El toque de distinción de dos caballeros británicos del swing

 

Como siempre, el cambio de año deja acumulados unos cuantos pendientes que no tuvieron el espacio que merecían, entre los lanzamientos más destacados. Nada mal, entonces, aprovechar la sequía del período “vacacional” de la mayoría de las compañías para revolver el canasto de los ilustres olvidados, y reivindicarlos aunque sea tardíamente.

Y en plan de reconocimientos post año nuevo, Charlie Watts meets The Danish Radio Big Band está sin duda entre los que más lo merecen. Grabado en 2010 a partir de una idea de su habitual compañero de ruta, el trompetista y “flugelhornista” Gerard Presencer, responsable también de los arreglos de todas las versiones, excepto la de Molasses, que cierra el disco.

 

Con su contrabajista de cabecera, Dave Green, en el equipo, el baterista de The Rolling Stones sumó talento, estilo y groove a la Danish Radio Big Band (conducida por el propio Presencer), para abordar un repertorio que transita la obra Elvin Suite -compuesta por Watts en sociedad con otro baterista, Jim Keltner, con alusiones al estilo del gran Elvin Jones-, dos piezas de vieja data como I Should Care y la mencionada Molasses, impregnada de un irresistible swing, y tres clásicos Stones: (Satis) Faction, You Can´t Alaways Get What You Want y Paint It Black.

En el primero, el tema original aparece como un esbozo, para derivar luego en un desarrollo con aires de bossa, en el que el saxo tenor de Lars Moller y la trompeta de Presencer trazan su propio y siempre atractivo recorrido.

Algo parecido hacen el tenor Uffe Markussen en la parte 2 de la Suite, y el virtuoso soprano Pernille Bevort en You Can’t Always…, que mantiene su espíritu original del mismo modo que lo hace Pain’t It Black, varios cambios abajo de su versión stone, en el que se luce la guitarra de Per Gade.

En ese clima, Watts sostiene la estructura desde su precisión y su aparente simpleza llena de matices y recursos, y agrega un título más a su discografía jazzera, que incluye maravillas como Warm and Tender y Long Ago & Far Away.

De lanzamiento mucho más cercano en el tiempo, y apenas un par de meses después de haber presentado en sociedad su blusero Roll With the Punches, Van Morrison se entregó del lleno al oficio de ponerle su voz a standards del jazz, con notable resultado.

Mucho más fluido que en el blues, el estilo de Van Morrison destila swing a lo largo del álbum, que incluye varias composiciones propias que encajan sin problemas en el armado global. (Clarín)

 

 

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