Suspenden a un alto oficial en la Armada y en solidaridad otros 4 piden el pase a retiro
El jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, suspendió a un alto oficial debido a una “falta de disciplina”, en una medida relacionada con la lucha interna que se desató en la fuerza por la tragedia del submarino ARA San Juan, desaparecido hace 27 días.
Se trata del comandante de Adiestramiento y Alistamiento, contraalmirante Luis López Mazzeo, que tiene base en Puerto Belgrano y antes de esta crisis era quien mejor había salido calificado por la Junta de Calificaciones entre los candidatos a suceder a Srur.
En solidaridad con Lopez Mazzeo, “los 3 comandantes de la Aviación Naval, la Infantería de Marina y la Flota y el Jefe de Mantenimiento pidieron su pase a retiro”, lo que configura una crisis de importancia, según fuentes militares consultadas por Clarín.
Justo cuando se conocía esta información, la Marina anunciaba por primera vez la postergación de la rueda de prensa habitual que da el vocero Enrique Balbi.
Los 4 altos oficiales que pidieron el pase a retiro fueron citados ayer en forma urgente para hablar con Srur en el edificio Libertad. La interna tiene que ver con quiénes se harán cargo de la tragedia del ARA San Juan, que viajaba rumbo a Mar del Plata con 44 tripulantes cuando el 15 de noviembre tuvo el último contacto.
El ministro de Defensa, Oscar Aguad, apoya al jefe de la Marina, quien iba a pasar a retiro cuando surgió la desaparición de la nave. Aguad iba a cambiarlo junto a los jefes del Ejército y la Fuerza Aérea, de acuerdo con fuentes oficiales.
“Si bien Aguad y Srur se conocieron hace 3 meses, construyeron una muy buena relación y se tienen confianza”, afirmó una fuente del Gobierno a Clarín. Srur había sido impulsado a la comandancia por el ex secretario de Defensa, Ángel Tello, durante la gestión del ex ministro del área y actual senador de Cambiemos Julio Martínez.
La crisis en los altos mandos navales se relaciona con el avance del sumario interno que ordenó el ministro y la entrega de documentación a la jueza de Caleta Olivia, Marta Yáñez, sobre el mantenimiento y el derrotero de la nave antes de la tragedia. En fuentes militares había molestia porque 2 de los 3 altos oficiales que estaban calificados para reemplazar a Srur quedaron salpicados por la investigación sobre el ARA San Juan.
Aguad había aceptado hace un par de semanas el pedido de pase a retiro del comandante del Área Naval Atlántica, Gabriel González, quien fue el primero en dar la cara ante los familiares en Mar del Plata. “González habló con Srur y adujo razones personales”, explicaron las fuentes.
El otro que estaba en carrera por sus altas calificaciones y es considerado también un oficial prestigioso por sus camaradas es precisamente López Mazzeo, ahora suspendido.
Según las fuentes, el sumario apunta primero al comandante de la Fuerza de Submarinos, capitán de navío Claudio Villamide, quien era el jefe directo del comandante del ARA San Juan, capitán Pedro Martín Fernández. Y también indaga sobre el rol de López Mazzeo, lo que sectores de la Armada consideran “infundado e injusto”.
En el sumario se reconstruye paso a paso qué sucedió entre el 14 y el 15 de noviembre, cuando ocurrió el contacto final. En 2 fuentes oficiales se le trató de restar importancia al registro de las últimas 8 llamadas, en concordancia con lo que dijo el portavoz Balbi.
“Cada vez que el submarino sale a superficie, se conecta con el satélite. Algunas pueden ser conexiones automáticas, otras de voz y otras de datos”, explicó la fuente. Un problema es que “las llamadas no se graban porque son secretas”.
A criterio de las fuentes oficiales, lo más importante de las llamadas es que demuestran que el submarino “estuvo a nivel de periscopio” desde las 23 del 14 de noviembre hasta las 8 del 15. Es decir que estaba a 17 o 18 metros de la superficie, mientras arriba acontecía un fuerte temporal.
“Estaba a nivel de periscopio porque se activaron las llamadas al satélite, de lo contrario era imposible”, agregaron. No se sabe si, simultáneamente, había sacado el esnórquel antes de que anunciara por radiofrecuencia que iba bajar a mayor profundidad para hacer las reparaciones.
Para el Ministerio de Defensa, la clave está en los chequeos que se tienen que hacer al submarino -al igual que a los aviones- antes de partir. El ARA San Juan tuvo una verificación de 48 horas en la base de Mar del Plata el 25 de octubre, antes de arrancar su última misión. Y cuando volvió del ejercicio de tiro en la islas de los Estados tuvo otro chequeo de 48 horas -como establece el protocolo-: fue en Ushuaia, a cargo del capitán Fernández y los tripulantes. “No reportó novedades, excepto pequeñas averías”, afirmó la fuente.
Para comprobar este dato, el ministro Aguad habló en persona con el suboficial Humberto René Vilte, quien se bajó en Ushuaia para volver a Jujuy por una grave enfermedad de su madre.
El “tripulante 45” le aseguró al funcionario que “participó de las primeras 24 horas del chequeo y no hubo novedades, salvo pequeñas averías. Ninguna referida al esnórquel. El submarino estaba en perfectas condiciones”. Estos y otros indicios llevan a Defensa a abonar la teoría de la “crisis súbita e incontrolable”.