viernes, noviembre 22, 2024
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¿Cuál es el secreto para estudiar dos carreras universitarias?

 

A la hora de diseñar un futuro profesional, los intereses de las nuevas generaciones ya no están más divididos en compartimientos estancos, separados entre sí. Cada vez más alumnos universitarios buscan satisfacer deseos y adquirir aptitudes que abarcan más de una carrera tradicional. Y en el menor tiempo posible.

Esta tendencia, que ya lleva varios años en el país -en la Fundación UADE la propuesta académica de cursar dos carreras a la vez, articuladas de manera sinérgica, se implementó en 2005-, propone una nueva forma de estudio, integrada por dos saberes complementarios entre sí provenientes de dos carreras distintas. La preferencia por esta cursada dual, en lugar de las carreras individuales, se viene disparando desde entonces de manera exponencial.

¿Cómo surgió este concepto de los planes combinados o conjuntos? “En gran parte debe atribuirse a los propios alumnos, que al terminar una carrera de grado y querer el reconocimiento de las materias como equivalentes para una segunda carrera veían que no todas eran reconocidas. Por ejemplo, las materias de Impuestos o Contabilidad de la carrera de administración de empresas no son reconocidas en la de contador público por su orientación hacia la gestión. En el programa conjunto, en cambio, un alumno cursa las materias de Contabilidad y de Impuestos junto con futuros graduados de Contador Público. El alumno en una doble titulación no tiene materias optativas, ya que todas las que cursa sirven para los dos planes”, explica Jorge Rodríguez, decano de la facultad de Ciencias Económicas de la UADE. Allí, uno de cada dos ingresantes hoy opta por un plan conjunto.

Potenciar la mirada

Mientras las demandas del mercado laboral se vuelven más veloces y complejas, la gran promesa de estos planes es que ofrecen obtener un grado de conocimiento más amplio (además de simultáneo) del que se lograría cursando una sola de las carreras, o ambas en momentos sucesivos. “Una de las dudas que plantean los ingresantes es acerca del título que van a conseguir. Suelen preguntarnos: ¿De qué me recibo? ¿De contador-abogado? La respuesta es no. Uno se recibe primero de contador y, a los dos años, de abogado”, aclara Rodríguez. “Entonces, el futuro alumno visualiza que obtendrá dos diplomas profesionales, dos matriculaciones y dos posibilidades de ejercicio laboral”.

La exigencia académica es muy alta, claro, pero también las estadísticas demuestran que la deserción es más baja entre los alumnos del programa dual: saben que su esfuerzo va a ser más grande, pero eso mismo genera más compromiso. Cada vez más alumnos prefieren el camino más largo y el que más esfuerzo conlleva. Cada año nacen nuevas combinaciones de programas conjuntos y ello se debe a que los alumnos siguen apostando a la capacitación profesional; pero por sobre todas las cosas, el mercado a través de sus reclutadores prefiere y destaca a estos alumnos y/o graduados a la hora de seleccionar”, señala Rodríguez.

La Nación

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