El aluvión solidario puso anoche a Helenita en vuelo hacia EE.UU.
Partieron desde Ezeiza. “Es mucho lo que se viene”, contó Cecilia, la madre de la beba.
El aluvión solidario de miles de argentinos puso a la pequeña Helenita en vuelo hacia su esperanza. “Estamos muy nerviosos, la espera es muy angustiante”, le dijo ayer a Clarín Cecilia Maccorquodale, la madre de la beba de 9 meses, a punto de abordar el vuelo de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Ezeiza. Con el dinero recolectado a partir de miles de donaciones, Helenita viaja con su familia a la ciudad de Minnesota, donde en unos días iniciará un complejo tratamiento en el Amplatz Children’s Hospital para combatir una enfermedad genética.
“Queremos viajar cuanto antes y que la operen lo antes posible. Como mínimo nos vamos a quedar unos 6 meses. Es mucho todo lo que se nos viene”, contó Cecilia.
Helena Galbán nació con una afección genética y degenerativa conocida como osteopetrosis. Se trata de una rara enfermedad de los huesos que los vuelve cada vez más densos y que altera el normal funcionamiento de la médula ósea hasta provocar una falla sistémica. En el caso de la beba, corre riesgo el nervio óptico y la audición. La única solución es un trasplante de médula ósea, que se realiza en Estados Unidos y cuesta casi un millón de dólares.
Ante la imposibilidad de juntar esa cantidad de dinero en un plazo tan corto, sus padres, junto a la Red Solidaria, lanzaron hace dos semanas una campaña en la que 500 mil argentinos donaron los casi 10 millones de pesos (más de 900 mil dólares) que necesitan para llevarla a Estados Unidos y acceder al tratamiento. Antes del viaje, a los que aportaron su granito de arena para costear el tratamiento, la familia les por Facebook. “Gracias a la colaboración de TODO UN PAÍS, Helenita viaja a EE.UU. esta noche”, publicaron.
Pero este es sólo el comienzo. Porque lo que obtuvieron les alcanza para cubrir la primera etapa del tratamiento. “Las donaciones van a cubrir los estudios previos, la quimioterapia, el trasplante y los primeros cien días de su recuperación”, explicó Cecilia, que vive en Avellaneda. La comida y el alojamiento correrán por su cuenta. Antes de partir vendieron el auto para costear parte de esos gastos.
Al llegar a destino, a Helenita y su familia –Cecilia, el papá Leonardo y un hermano de 13 años– los va a estar esperando un grupo de argentinos que se solidarizaron con ellos. “Nos van a ir a recibir con autos para llevarnos hasta el hotel y ponerse a disposición nuestra, al menos hasta que nos acomodemos”, dijo Cecilia.
Si bien las esperanzas son grandes, todo se vuelve más difícil en un país extranjero. “En un principio vamos a ir a un hotel que tiene un convenio con la clínica y nos hace un descuento del 40%”. Pero más allá de las dificultades, la solidaridad de un país ya hizo despegar el sueño de Helenita.