La indignante justificación del cura de San Isidro denunciado por abuso sexual
“El hombre tiene instintos que no sabe controlar”. Esas fueron las palabras con las que Mario Koessler, ex párroco de San Isidro, justificó los abusos sexuales. Se lo dijo a Nidia, una de las catequistas que lo llevaron ante la Justicia y lo denunciaron por acoso. El religioso fue apartado de su cargo y enfrenta cargos por “abuso sexual agravado”.
En total, son tres las catequistas que se animaron a hacer público lo que vivieron. Tienen 74, 62 y 39 años. Lo denunciaron en la Unidad Fiscal y el juzgado de Violencia de Género número 1, a cargo de Ricardo Costa. Según consta en la denuncia, los ataques ocurrieron en el despacho del sacerdote en la Parroquia San José entre finales de 2014 y agosto de 2015.
El último ataque tuvo lugar después de que Nidia se acercara a hablar con el sacerdote sobre un abuso que había sufrido cuando era menor de edad. “Sufrí un abuso de niña. Me hizo mucho daño y necesitaba una palabra que me sostuviera y me ayudara en ese momento. La respuesta de él fue: ‘Lamentablemente, es una estadística. El hombre tiene instintos que no sabe controlar’. Me puse más furiosa de lo que estaba”, reveló Nidia en diálogo con TN.
“Me miraba con ojos de hombre y no de sacerdote. Tenía gestos al saludar que no eran normales en un cura. Un ataque concreto fue en agosto de 2015. Fui a hablar con él de abuso y salí abusada prácticamente”, sumó.
La indignante justificación no hizo más que indignar a Nidia, pero desató el ataque sexual. “Me enojé y le dije: ‘¿Cómo me puede dar esa respuesta?’. Estaba defendiendo a esa otra persona (que la había abusado). Me levanté y él se levantó. Vino para saludarme y me agarró fuerte. Me apretó contra el fortísimo y puso su cara pegada a la mía, jadeando y pegándome hacia su cuerpo, todo entero”.
“Empezó a acercar la cara cada vez más a mi boca y cuando sentí como que me iba a dar un beso, no sé cómo, si fue por abajo que me salí o lo empujé. Y salí. Salí de ahí. Ahora no voy más a la Iglesia”, cerró.
Nora es otra de las denunciantes. Fue convocada por el padre Mario a una reunión privada para que se hiciera cargo de la coordinación de la nueva catequesis de la parroquia. “Él se levantó primero y en ese momento ‘zac’ y me trinca. Cuando fui trincada, yo iba con los brazos caídos a los costados del cuerpo. Con 120 kilos contra 52, imagínate es un oso. Me inmovilizó”.
“Me metió la lengua y me la sacó. Me chupó toda la cara y yo me quería escapar para abajo. Puso su pierna entre las mías, yo sentía su erección. Me quedé petrificada y él me lengueteaba y empezó a jadear. Empecé a ver negro y no me acuerdo más nada de cómo me fui”.
LA RESPUESTA DEL OBISPADO DE SAN ISIDRO
El Obispado de San Isidro emitió un comunicado luego de que las denuncias tomaran estado público. “El 20 de septiembre de 2016, el Obispo Diocesano, monseñor Oscar Ojea, recibió denuncias sobre presuntas actitudes indebidas con personas adultas del presbítero Mario Koessler, por lo cual, inmediatamente, decidió apartarlo de su oficio pastoral y comenzar el proceso de investigación canónica sobre los hechos y circunstancias denuncias”.
Fuente: Big Bang News