Crimen de “El Oso” Pereyra: el mensaje mafioso que gritó el asesino antes de balear al barra de Boca
Después de que le dio un portazo en la cara, se escuchó un grito que provenía del pasillo: “Esto es de parte de Marcelo”. Y enseguida una ráfaga de tiros trituró la puerta, las piernas y la vida de Gustavo Amadeo El Oso Pereyra, el barra de Boca asesinado de siete balazos en su casa de Claypole.
Los investigadores creen que el crimen de Pereyra se dio en el marco de un mensaje mafioso que salió mal. “No tiene ni un disparo por encima de la cintura y cuando uno tira a matar apunta al pecho o a la cabeza. Sospechamos que se les fue de las manos el ‘mensaje’ que le querían dar o mandar”, explicaron a Clarín fuentes del caso.
“El Oso” Pereyra y Rafa Di Zeo en la Bombonera.
La pregunta que ahora se hacen los investigadores es quién es ese tal Marcelo que -aparentemente- le mandó el mensaje lleno de balas a El Oso y por qué. Pereyra era un hombre polirrubro: integrante del sector disidente de La Doce y enfrentado con Rafael Di Zeo (líder del grupo que copa el para-avalanchas en la Bombonera), hacía cobranzas para cuevas financieras, tenía vínculos en los negocios de la feria La Salada y había sido custodio de sindicalistas. También en su pasado aparece que hizo tareas para una empresa de seguridad.
Así, el espectro de posibles motivos para el ataque abarca desde el ajuste de cuentas por alguno de los ‘negocios’ en los que andaba Pereyra hasta un ‘vuelto’ por un problema dentro de las distintas fracciones de la barra de Boca, según las fuentes.
Lo concreto es que en la escena del crimen encontraron nueve vainas servidas y que “El Oso” fue baleado cerca de las 23.30 y murió desangrado en el hospital de Arturo Oñativia, de Rafael Calzada, a las 0.15. Hasta allí fue llevado por un pariente y un vecino en su propio Audi A3.
Minutos antes de la balacera, Elba Lucía Pérez, de unos 80 años, le había abierto la puerta de su casa de la edificio D6 de la manzana 33 del Barrio Don Orione, en Claypole, al asesino de su hijo de 49 años. El hombre, según los dichos de la mujer, “calvo, con poco pelo en los costados, gordo y panzón, y de unos 40 a 45 años”, llegó preguntando por El Oso, que por entonces estaba en el living.
Gustavo “el Oso” Pereyra cuando era delfín de Rafa, que está a su lado en la foto. (Archivo)
Según las fuentes, no bien le avisó de la visita, Elba se fue a la cocina y Pereyra se quedó en el umbral charlando con su asesino. La mujer no recuerda cuánto tiempo pasó, pero sí que escuchó un portazo, luego el mensaje del asesino desde el pasillo del edificio (“Esto es de parte de Marcelo”) y enseguida la ráfaga de tiros que atravesó la puerta de madera y dio en las piernas de “El Oso”.
Una vecina de Elba reveló a los investigadores que tras escuchar los tiros oyó a alguien que decía: ‘Vamos, vamos que viene la Policía’. Inmediatamente, la mujer contó que vio salir ‘arando’ un auto y una moto. Por ello, se investiga también si el asesino tuvo uno o varios cómplices.
Se investigará entonces el historial telefónico del celular de la víctima para conocer con quién mantuvo contacto en los últimos días. También la Fiscalía 3 de Lomas de Zamora, a cargo de Gerardo Loureiro, espera el resultado de la autopsia, la declaración de la mamá de la víctima y de varios testigos para las próximas horas.
Fuente: Clarín