River rompió la racha ante Unión y volvió a la victoria luego de seis partidos
Después de seis partidos sin ganar.
Como local frente a Unión, en el encuentro adelantado de la duodécima fecha (del 10 al 13 se llevará a cabo la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio, en Buenos Aires), se impuso por 2-0.
Con una buena actuación de Enrique Bologna, que entró a un arco muy cuestionado tras la expulsión de Germán Lux, y el colombiano Rafael Santos Borré, que entró en el segundo tiempo, y se sacó la mufa al abrir la cuenta y destrabar un partido que se complicaba.
El problema para River es que no lograba cambiar de ritmo ni generar sorpresa en los metros finales. Monopolizaba la pelota pero sin riesgo para Nereo Fernández porque el uruguayo De la Cruz fue muy intermitente. Tampoco apareció Pity Martínez para manejar al equipo. Y Auzqui la única que tuvo en el primer tiempo definió al bulto de media vuelta. Unión se replegó y apostaba a lastimar de contra, por las bandas, en especial con Fragapane o Gamba a la espalda de Saracchi.
En el inicio del complemento el que estuvo a punto de concretar fue Unión. Primero ante una mala salida de Ponzio, que tocó corto atrás para Pinola, y Soldano, cara a cara con el arquero, definió cruzado y ancho.
Enseguida, otra vez tuvo el gol el delantero de Unión, que sacó un fuerte derechazo que encontró bien parado a Bologna. El arquero tuvo su mejor intervención en River al despejar el bombazo con su codo izquierdo.
Estaba aturdido River. Por ese entonces iba más por inercia que por fútbol y sufría en el fondo. Pinola, en un intento de despeje, casi hace un gol en contra pero, de milagro, la pelota pegó en el palo izquierdo de Bologna.
Justo cuando más lo sufría River se encontró con el gol que destrabó el partido. A los ponchazos. Con un centro desde la derecha de Casco y una chilena forzada de Scocco en el área que corrigió al gol Rafael Santos Borré.
La diferencia estuvo en la efectividad. Y para colmo Patricio Loustau cobró una inexistente infracción de Yeimar Gómez Andrade a Borré, cuando el colombiano entraba al área y definía pifiado.
A Pity Martínez no le importó y puso el 2-0 que liquidó el trámite.
Ahora el equipo de Gallardo busca enderezar la marcha pensando en la final de la Copa Argentina contra Atlético Tucumán.