viernes, noviembre 22, 2024
Policiales

Dos gitanos van a juicio en San Juan por comprar a una chica de 14 años por $50 mil

 

Dos gitanos de San Juan serán juzgados por trata de personas y suplantación de identidad en perjuicio de una chica de esa comunidad que residía en Chubut, a quien compraron con una dote de 50.000 pesos para formar familia con uno de los imputados.

El padre de 45 años y su hijo de 27 “serán juzgados por la Justicia federal por captar a una menor” de “la misma colectividad, comprándola mediante el pago de la dote, para obligarla a un matrimonio o unión de hecho, del que nacieron dos nenas”, explicó el fiscal federal de San Juan, Francisco Maldonado.

Además, el fiscal federal sumó al delito de trata otras dos imputaciones, por suplantación de identidad y “sometimiento económico” de una víctima “inmadura y vulnerable” pues a los 15 años, cuando tuvo a su primera hija, le hicieron un nuevo DNI para que cobrara un plan social que quedaba en poder de su concubino.

Maldonado se apoyó en una encuesta ambiental de organismos oficiales que constató, con los relatos de tres vecinos, la violencia y el encierro forzado que sufría esa niña hipoculturizada, porque sólo cursó hasta segundo grado, en una casa del departamento Rawson, al sur de la capital de San Juan.

El caso, que fue denunciado por la madre de la adolescente, salió a la luz en enero pasado cuando la adolescente -que ya tenía 17 años- escapó del aislamiento a la que estaba sometida y pudo comunicarse con una hermana en Entre Ríos, de donde es oriunda.

Este es el primer conflicto entre gitanos que traspasa las fronteras de esa cultura y llega a la Justicia por conductas calificadas como delitos contra una menor.

De acuerdo con el testimonio de la menor en cámara Gesell, conoció por las redes sociales a un joven al que su tío la vendió por 50.000 pesos cuando vivía con él y con su abuela en Chubut, tras la muerte de su padre cuando ella tenía 7 años. Su madre se casó con alguien ajeno a la comunidad gitana y se fue a vivir a Entre Ríos.

Según consta en el expediente, en 2014, cuando tenía 15 años, pudo escapar de la familia gitana que la había captado y la Justicia local la derivó a un hogar estatal para menores, pero ese mismo año la enviaron de vuelta con los ahora acusados de someterla.

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