Viedma: le prohibieron amamantar a su niño en un comercio
Una comerciante viedmense le prohibió a una mujer que amamantara a su hijo en el interior del local, alegando que “está prohibido por la ley”.
“No podés dar el pecho. Acá entra mucha gente y está prohibido por la ley desde hace tres años”, argumentó la mujer sin poder precisar más detalles sobre la norma en la que se respaldó para tomar esa cuestionable actitud.
En realidad y según lo relatado por Fanny Colohuinca, de 31 años, la actitud de la dueña de la zapatería, instalada en uno de los locales históricos de la céntrica Buenos Aires, tuvo una clara actitud discriminatoria.
“Se fijó primero en mi apariencia y tal vez por ello pensó que le iba a robar. Lo único que quería era comprarle zapatillas a mi nena de siete años porque las necesitaba”, aseguró.
La joven madre relató que apenas ingresó a la zapatería que se encuentra a metros de la intersección con Belgrano “esta señora de rulos y pelo canoso dueña del local me siguió cada paso que di, luego de mirarme de arriba abajo cuando entré con mi hija y el nene de un año y tres meses que llevaba en el changuito”.
Detalló que cuando el niño empezó a llorar porque tenía hambre lo levantó y se sentó en uno de los bancos del local para darle de mamar y calmarlo, mientras su hija elegía las zapatillas. “
Fue entonces cuando la dueña se me acercó para decirme que no podía amamantar a mi hijo. Quedé perpleja y lo único que atiné a preguntarle, mientras juntaba mis cosas para irme, fue cuál era la ley a la que se refería y no me supo responder”.
Una mujer que se encontraba en el lugar no tardó en reaccionar ante semejante actitud y también intervino preguntando a la dueña de la zapatería a qué norma hacía referencia, tan sorprendida como la joven madre que intentaba calmar el llanto de su hijo interpretado como hambre.
Fanny se retiró del local y esperó en la vereda la llegada de una de sus hermanas, a la que recurrió perturbada por lo que le había sucedido.
Por su cabeza pasaron varias imágenes en ese momento. Desde el pediatra que le recomendó amamantar a su hijo todo lo que más pueda; su desinformación sobre una ley que prohíbe dar la teta en lugares donde entra gente, tal como argumentó la comerciante y que, en realidad, no existe; hasta el barrial que había tenido que sortear al salir de su casa tras una intensa tormenta.
Poco después de lo ocurrido, Fanny decidió hacer una exposición policial y difundir lo sucedido para que se tome conciencia y que, por lo menos, “la gente no discrimine por lo que llevamos puesto o por solo la apariencia”.
La propia hermana de Fanny expresó su indignación por lo sucedido a través de Facebook, señalando que la comerciante había alegado que la clienta no podía estar “mostrando sus partes”. (Diario Río Negro)
