Siete técnicas simples para ayudar a que los niños se relajen
Al igual que los adultos, los niños también pueden sufrir ansiedad y estrés. Pero por suerte los padres pueden acudir a acciones simples para que sus hijos se relajen. Aquí, siete técnicas sencillas.
• Usar la mente y todos los sentidos. Tome un alimento pequeño como una galletita y pídale al chico que lo registre atento: que lo mire, lo huela y se lo lleve boca. Pídale que le describa qué gusto tiene y c{omo suena al morderlo, como si nunca lo hubiera probado. Esta acción es parte de la práctica mindfulness, que se basa en “estar en el momento” y enfocarse completamente en lo que se está haciendo en el presente, con todos los sentidos. Según reprodujo la BBC, estos ejercicios pueden ser de gran ayuda para los niños, con el fin de que puedan a aprender a hacer una pausa y pensar antes de reaccionar.
•Reírse más. Mirar junto a los hijos una buena comedia o programa, contarse chistes o hacer morisquetas puede ser una gran forma de relajarse y manejar los nervios. Y funciona porque la risa ayuda a reducir las hormonas del estrés y a relajar los músculos.
•Respirar profundo. Aliente a su hijo a inhalar, retener el aire y exhalar con lentitud. Ayúdelo a que encuentre un ritmo que le quede cómodo. Y hágalo respirar más hasta que se calme. Es que unas cuantas repeticiones ayudan a reducir el ritmo cardíaco del chico y que se sienta bajo control.
•Mirar el cielo. Quédese quieto junto a su hijo y juntos mire las nubes pasar. Pídale que identifique sus formas, como por ejemplo, un conejo. Esta técnica los alienta a relajarse y dejar de pensar en otras cosas. Además puede combinarse con respiraciones profundas.
• Dejarse llevar por la música. Es bueno ponerse cómodos para escuchar juntos alguna melodía relajante. La música clásica y la instrumental son excelentes opciones, aunque existen más alternativas que combaten el estrés a cualquier edad.
• Dibujar. Es bueno poner manos a la obra con papel y crayones y dar rienda suelta a la imaginación hasta el cansancio. Hacer garabatos puede ayudar a reducir estrés porque le da un respiro al cerebro y también ayuda a estimular la creatividad.
Fuente: Docsalud