Prisión domiciliaria para la novia del rugbier asesinado en Mendoza
“No hubo dolo directo“, consideraron los jueces del Tribunal de Apelaciones.
La suerte de Julieta Silva, la acusada de atropellar y matar a su novio rugbier, Genaro Fortunato, dio un giro después de que el Tribunal de Apelaciones concluyó que “no hay dolo directo” en la conducta que tuvo a la salida del bar La Mona, en San Rafael. De esta manera, la fiscal Andrea Rossi deberá cambiar la imputación a homicidio culposo agravado o dolo eventual.
Los jueces Néstor Murcia, Jorge Yapur y Alejandro Celeste indicaron que la acusada no vio cuando el joven se cayó al piso. Para esta determinación valoraron el déficit visual de Silva, la hora del accidente, el grado de alcohol en sangre y la poca iluminación en el lugar en donde lo mató.
Después de confirmar el beneficio de la prisión preventiva, el tribunal modificó el régimen de detención de la mujer que a partir de hoy cumplirá el arresto domiciliario en la casa de su papá.
En una audiencia de apelación, la defensa de la detenida buscó avanzar con el cambio de carátula basándose en que para la legislación penal no existía un vínculo de pareja entre Silva y Fortunato, en un video y en una nueva pericia.
Se trata de una grabación que se conoció la semana pasada, donde se ve salir a los dos del boliche La Mona minutos antes de la muerte del joven de 25 años y en la que no se observaba ninguna discusión. También se constató que el auto que manejaba la mujer tenía los vidrios empañados por la lluvia y que eso también le habría dificultado la visión la madrugada del 9 de septiembre.
A pesar de que los resultados de las pruebas psiquiátricas la perjudicaron, el objetivo de la defensa fue el de conseguir la prisión domiciliaria para la acusada. En este sentido, el argumento fue que no existe riesgo de fuga y también consideraron la falta de contención de los hijos de Silva, de 5 y 10 años.
Antes de conocer la decisión de la Justicia, el padre de la víctima, Miguel Fortunato, manifestó que “nunca se va a conocer la verdad” de lo que pasó esa noche. “Si estuviera mi hijo le podría preguntar a él, pero ahora sólo queda esperar a que se haga lo que corresponde. Espero que no cambie la calificación”, dijo al diario El Sol.
Sobre la posibilidad de que le concedan a Silva la libertad o la prisión domiciliaria por la edad de sus hijos, Fortunato sostuvo: “Con este criterio ninguna madre podría estar presa”. “Los problemas que puedan llegar a tener los hijos o la familia de ella se podrán resolver después con un buen psiquiatra, yo no tengo nada que me devuelva a mi hijo, por lo tanto no es tan grave”.