viernes, noviembre 22, 2024
Sociedad

Un hombre le realizó respiración boca a boca a un ciervo.

Cuando nos hablan de la maniobra de Heimlich, asumimos que sólo puede ser algo utilizado en seres humanos. Pero la verdad es que, con algunas modificaciones, también puede ser aplicada a animales. Muchos no pensarían dos veces en ayudar a un animal que necesite ser salvado, y así fue para este hombre en México.

Vio a un ciervo angustiado, casi ahogado, y decidió ayudarlo a pesar de estar ya casi muerto sin posibilidades de ser salvado.
El hombre toma la cabeza del ciervo en sus manos y de inmediato puso su boca sobre la de ella. Con mucho cuidado, respira dentro de ella, intentando reanimarla.

Tras unos cuantos intentos, pareciera que ya ha perdido toda la esperanza, pero lo intenta una vez más de todas formas. ¡Y entonces resulta! El ciervo vuelve a la vida. Obviamente, siendo un animal salvaje, su primer instinto es correr.

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