Una camarita se independizó y vigiló a su dueña
“Pensé que me estaba volviendo loca.” Así arranca Rilana Hamer su posteo en Facebook. Cuenta que su webcam, comprada hace dos meses para vigilar a su perro, un buen día empezó a “seguirla” y una voz la saludó, primero en francés: “Bonjour madame”.
La idea de Rilana era ver a su cachorrito cuando no estaba en casa. La cámara se conecta a la electricidad, al wi fi y por una app, ella la podía controlar desde su celular. Hasta ahí, todo perfecto.
Un buen día escuchó un rumor que salía de la cámara y se acercó. “Me moví de izquierda y derecha y la cámara se movió”, escribe. Después de “Bonjour Madame”, la voz también le preguntó en francés cómo estaba.
Ella inmediatamente desenchufó la cámara y la tiró en una caja. “Estaba llena de miedo y pensé que estaba loca, que estaba siendo vigilada, pero ¿cuánto tiempo hace me mira a mi, mi casa, mis posesiones personales …”
Antes de devolverla a la tienda donde la compró, Rilana la encendió una vez más para grabar a su espía y no pasar por loca.
La empresa dice que es la primera queja que tienen sobre esta cámara y que investigarán lo sucedido.
Fuente: TN