7 impuestos exigirán trabajar más para el Estado en 2017
Las bases del Presupuesto revelan que sólo en el gobierno central la suma de impuestos crecerá ocho puntos porcentuales más que la inflación y más de medio punto del PBI
En los últimos años el aumento de los gastos de la administración pública creció sostenidamente mucho más que el total de los recursos tributarios, y por tanto se intentó infructuosamente reducir el consecuente déficit fiscal con el incremento de los impuestos, a los trabajadores y también a las empresas, al punto que, en promedio una persona debe trabajar más de medio año para el estado y por tanto pueden destinar menos de seis meses para “vivir”, según estimó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal.
La fórmula más difundida en los pasados ocho años fue el de cobrar el impuesto inflacionario, el más regresivo, porque afecta más a los pobres, desocupados, trabajadores en negro, y también a los asalariados y jubilados y también pymes, que a las empresas porque tienen más mecanismos para eludir el pago de los tributos dentro del régimen legal, porque sus ingresos suben de a escalones o tramos, mientras que los precios aumentan casi a diario, a un ritmo proyectado de más de uno por ciento por mes, aunque llegó a picos de más de 3% promedio, en la primera mitad del corriente año.
Pero también se agregaron caminos alternativos, como la no actualización de los mínimos no imponible de Ganancias, o el congelamiento que ya lleva tres años en las categorías del Monotributo y de ese modo expulsa mes a mes a miles de pequeños contribuyentes hacia el régimen general de IVA, Ganancias e incurrir en gastos en el servicio de un contador para su liquidación mensual, junto a lo actualización de la base imponible del Impuesto a los Bienes Personales.
Esa tendencia parece que no se cortará en 2017, porque el Presupuesto prevé que la inflación estará en un rango de 12% a 17% y para el promedio del PBI de 19,4%, estimó que el cobro de impuestos y cargos sobre la nómina salarial lo hará 26,8%, para poder reducir el déficit fiscal, dado que el gasto primario se planificó que no crezca más 21,3 por ciento.
TODOS SUBEN MENOS UNO RESPECTO DEL PBI
Si bien el equipo económico a cargo del ministro Alfonso Prat-Gay trabaja en una propuesta de reforma del Impuesto a las Ganancias, como había anticipado en exclusiva a Infobae el presidente Mauricio Macri en una entrevista el 4 de junio, con suba de las escalas de tributación a partir de un ingreso asalariado bruto por mes de unos $80.000 y menores alícuotas para los tramos de entrada y mayores para los superiores, actualmente parten de 9% y llega a un tope 35%, previó que el cobro de este tributo ascenderá del equivalente a 5,38% del PBI en 2016 a 5,57% el año siguiente.
Una suba similar planificaron los técnicos de Hacienda para el cobro total de IVA, neto de reintegros a los exportadores y a los jubilados y sectores de bajos ingresos del 15% por las compras de alimentos y productos de limpieza de hasta $2.000 por mes, lo elevan de 7,31% a 7,48% del producto.
En menor medida proyectaron los técnicos aumento de la presión tributaria sobre el comercio exterior, en proporciones iguales de 0,10% del PBI para las importaciones, como para las exportaciones, luego de la eliminación de la mayor parte de las retenciones en los primeros días de Gobierno, y en “otros impuestos”, por efecto de la moratoria impositiva que se instrumentó con la Ley de Sinceramiento Fiscal.
En tanto por el cobro del Impuesto al Cheque que el Gobiern0 se resiste a tomarlo a cuenta de otros tributos como camino para alentar un mayor uso del sistema bancario y desalentar la marginalidad que representa más de un tercio de la economía.
UN SISTEMA REGRESIVO QUE CASTIGA EL AHORRO
“Incrementar la presión tributaria de Ganancias para los salarios superiores penaliza el ahorro en favor del consumo, castigando el crédito, la inversión y el crecimiento de largo plazo. Los asalariados de altos sueldos ahorran en el sistema bancario doméstico. Si se les sube el impuesto, dicho ahorro se destina a consumo (público y/o privado), hay menor financiamiento, el crédito bancario se encarece y las pymes, dependientes del sistema bancario, son las más damnificadas”, destacan los economistas de la consultora Economía & Regiones en su último informe semanal.
Y agregan: “para peor, tampoco se bajan los impuestos al trabajo, ya que tanto los Aportes Patronales como las Contribuciones Personales crecen 24%, más que la suma de la inflación y nivel de actividad”, proyectada en el nuevo Presupuesto.
Lo mismo advierten sobre el resto de los tributos, de ahí que “no baja la presión tributaria por ningún lado, mostrando una voracidad fiscal que continuará ahogando al sector privado y desestimulando el ahorro, el crédito y la inversión privada”, concluye el informe de marras.(Infobae)